Su origen viene de los años
setenta, en Corea y Japón, del Dr. Kenzo Kase. El doctor se inspiró en la
creencia que el movimiento y la
actividad muscular son imprescindibles para mantener o recuperar la salud.
Su idea de movimiento incluye tanto las articulaciones como la circulación
sanguínea, la circulación linfática y la temperatura corporal de ahí surgió la
idea de un esparadrapo elástico que mejorara la función de la
musculatura sin limitar los movimientos.
Está demostrado (Raţiu, 2009;
Costa, 2006) que las estructuras del sistema músculo esquelético necesitan
movimiento para hacer funcionar el sistema linfático, para hacer circular
la sangre y que lleguen nutrientes, o para transmitir estímulos que
activen las estructuras activas y pasivas de una articulación. Esta idea es el
origen del vendaje neuromuscular (VNM) y su aplicación.
Para ver sus posibles efectos,
se estudiaron los mecanismos neurofisiológicos y ortopédicos relacionados con
el vendaje y se hicieron basándose en el conocimiento actual del cuerpo humano
y gracias a unos resultados clínicos obtenidos en distintos vendajes aplicados.
Los resultados obtenidos se basan en tres marcos
teóricos ya existentes y comúnmente conocidos: el Gate Control Theory
(Sistema de puerta de entrada), la teoría del huso muscular y la teoría
del reflejo del tendón (Gwang, 2005).
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El primero, el Gate Control
Theory, dice que el
dolor se conduce hasta el sistema nervioso central por fibras nerviosas de
conducción lenta, con que cualquier estímulo que sea conducido por vías
nerviosas de conducción rápida, por la activación de la motoneurona
inhibitoria, bloqueará la información del dolor haciendo que la persona
tenga una disminución del dolor. El VNM actúa estimulando la presión y la
vibración, dos estímulos que se transmiten por vía rápida. De esta manera se
rompe el círculo vicioso de dolor, contracción muscular, aumento de dolor.
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El segundo marco teórico dice que la activación
de las fibras gamma estimulan el
huso muscular, que a su vez activa la motoneurona alfa. Es decir, la
motoneurona alfa lo que consigue es activar la contracción muscular y aumentar
la tensión. Así, considerando que el VNM se aplica en un músculo hipotónico o
débil, se consigue una mayor actividad de este músculo y reestablecer el
equilibrio de fuerzas en la articulación correspondiente.
·
Por último, la tercera teoría se usa para
explicar la aplicación en la musculatura hipertónica o contracturada. Cuando el
músculo está hipertónico, estimula los receptores
de Golgi que envían la información al sistema nervioso central y éste
activa la motoneurona inhibitoria. La aplicación del VNM, actúa sobre los
receptores de Golgi, activándolos, para conseguir encender todo este proceso y
conseguir una inhibición mayor y más continuada en el tiempo del músculo.
Por
tanto, su uso y efecto dependen de dónde y cómo se coloca, bien sea para
conseguir una relajación muscular, para activar el músculo, como aplicación
ligamentosa o como inhibición del dolor.