viernes, 28 de noviembre de 2014

HIPOPRESIVOS

Seguramente hayas oído hablar de los abdominales hipopresivos porque se está poniendo de moda y no sólo como terapia en las consultas de fisioterapia (tratamiento de incontinencia, recuperación post-parto, problemas lumbares..) además ahora se practica a nivel deportivo en gimnasios con fines estéticos y a nivel profesional para aumentar el rendimiento.

Por ello, vamos a explicaros en qué consisten y cuando puede ayudarte esta técnica  interesante, beneficiosa y realmente eficaz.


Los hipopresivos sólo sirven para el post parto?

No,  sin duda hay muchas razones para practicarlos: 
  • Ayudan a mejorar la postura al reforzar la faja abdominal de forma que se da estabilidad a la columna mejorando los problemas de espalda, sobre todo lumbares.
  • Aumentan el tono del abdomen y suelo pélvico, por lo que previenen y mejoran las incontinencias, urgencias, aberturas vaginales, prolapsos, hernias, estreñimientos...
  • Disminuyen la pesadez de las piernas y los dolores abdominales al favorecer la correcta posición de los órganos pélvico-abdominales y descomprimir los ganglios linfáticos.
  • Mejoran la función respiratoria y aumentan el rendimiento deportivo por aumento de la capacidad anaeróbica y la EPO (eritropoyetina).
  • Reducen la cintura al tonificar la musculatura profunda.
  • Mejoran la función sexual.

Para quién está indicada?
  • Para mujeres que desean quedarse embarazadas o que han dado a luz y se están recuperando.
  • Para personas que tengan el vientre hinchado o el abdomen débil (tras cesáreas, operaciones ginecológicas o de abdomen...).
  • En caso de disfunciones del suelo pélvico (incontinencias, caída de órganos, tránsito lento, estreñimientos, dolor abdominal...).
  • Durante la peri menopausia o menopausia.
  • Para deportistas en general que deseen mejorar su rendimiento.
  • Para mujeres que practiquen deportes de impacto (correr, montar a caballo, saltos, tenis, bailes...).
  • Hombres y mujeres con problemas de espalda, que trabajen cogiendo carga o deseen mejorar su postura.
Basta con los hipopresivos para para tratar todos los problemas del suelo pélvico y/o espalda?

No, en determinados casos puede no ser suficiente o con algunas correcciones en la técnica adaptándonos a cada problema.

Por ello siempre recomendamos realizar los hipopresivos con un fisioterapeuta especializado que indicará cómo estamos y qué necesitamos de forma totalmente  personalizada, porque cada caso es único.


Quien inventó la técnica?

La desarrolló a finales de los años 80 Marcel Caufriez pensando en la recuperación post-parto, buscando una gimnasia abdominal que fuese beneficiosa para la faja abdominal sin  efectos secundarios sobre el suelo pélvico, ya que los ejercicios abdominales tradicionales tienen efectos negativos sobre el suelo pélvico en las mujeres.

Posteriormente se han ido desarrollando investigaciones para otras aplicaciones.

Qué es un hipopresivo?

Es una terapia sistémica o global consistente en un conjunto ordenado de ejercicios posturales y respiratorios rítmicos hipopresivos. Éstos provocan la caída de la presión dentro de la cavidad abdominal, torácica y pélvica debida a la relajación (tónica) del diafragma, que a su vez provoca una activación refleja del suelo pélvico y del  abdomen.

La práctica regular  (+/- 20 min/tres veces por semana) provoca a corto-medio plazo una activación del sistema ortosimpático (lo que implica corrección de urgencias miccionales, aberturas vaginales...) y a medio-largo plazo una tonificación del suelo pélvico y de la faja abdominal.

En su práctica hay que tener en cuenta sus contraindicaciones absolutas: el embarazo e hipertensión. En caso de hipertensión hay que valorar si se pueden hacer con modificaciones.

Cómo se hace un hipopresivo?

Existen distintas posturas que se trabajan alternando para conseguir el trabajo muscular de forma completa, pero os explicaremos la posición en pie para que lo probéis en casa. 

Describo la posición de pie:
De pie, con ambos pies separados y paralelos, las rodillas semiflexionadas, realizar autoelongación ("crecer") para activar la musculatura espinal profunda y "doble mentón".
Relajar los hombros  para evitar la contracción del trapecio, poner los brazos como muestran las imágenes (codos a 90º, muñecas a 90º)  y prolongar los brazos hacia el codo (decoaptar gleno-humeral) para activar el serrato que ayudará a la apertura costal y a "abrir" las escápulas (abducción escapular)
Cambiar el eje de la gravedad hacia adelante es decir, inclinar todo el cuerpo en bloque hacia delante.

Bien, estamos colocados,  que no es poco verdad?, pues ahora empieza el ejercicio…..!!!!
El hipopresivo se realiza en apnea. Se realizan varias respiraciones normales y en la última espiración,  después de expulsar todo el aire, cerramos la glotis y sin coger aire (no puede entrar nada de aire, ni por la nariz ni por la boca!!!!) abrimos las costillas llevando el ombligo hacia arriba y hacia adentro.
Es importante aguantar esta posición mínimo 10 segundos, si es posible unos 20 y no perder en ningún momento la postura, sin olvidar la sensación de auto elongación.


Algunos señales que nos indican que se está haciendo correctamente: hundimiento del ombligo,  apertura costal, hendidura de las fosas claviculares (ver foto) y ausencia de contracción voluntaria del abdomen, molestias inserciones musculares (pubis,….)

Recomendamos introducirse en la técnica a través de un profesional formado en ella para un aprendizaje correcto y asegurarnos que disfrutan de sus beneficios y no lesionarse.  

Como dice su creador, "en muy poco tiempo todos los gimnasios, centros de fitness e instalaciones deportivas incorporarán esta imprescindible técnica. Lamentablemente, es seguro que habrá profesionales que la impartirán sin tener una formación suficiente y, con toda probabilidad, con indicaciones erróneas. Como en tantas ocasiones es el usuario (cliente-paciente) el que debe asegurarse de que el profesional sea competente y los que difundimos el método, los que debemos luchar para evitar la intervención de la atrevida ignorancia".
En Corpore Fisioterapia realizamos diferentes cursos para personas que busquen un mismo objetivo (deportistas, post-parto, fortalecimiento faja abdominal…).

En Corpore Fisioterapia te enseñamos

Los grupos son muy reducidos con un máx. de 4-5 personas,  esto es imprescindible para que la fisioterapeuta se asegure de que la contracción muscular es correcta y poder corregir la postura en cada caso y ejercicio. De esta forma nos aseguramos la eficacia del ejercicio con buenos resultados.

El curso consta de 5 clases de una hora de duración, con el objetivo de que la persona interesada aprenda a realizar un hipopresivo de forma efectiva y conozca multitud de posturas diferentes para que una vez finalizado pueda continuar con el trabajo hipopresivo en casa de forma individual.


jueves, 20 de noviembre de 2014

ME PONGO FRÍO O CALOR?


Recuerdas la última vez que te hiciste esta pregunta? En la consulta de un fisio nos la hacen a diario…

Te caes como un sapo en medio de la calle, golpeándote contra el hombro (porque ante todo..no hay que soltar el bolso!), llegas al trabajo y tus compañeros corren a ponerte frío en el hombro “¡Ponte hielo!”, le cuentas tu golpazo a tu madre por teléfono y te dice “Cuando llegues a casa, te enciendes la manta eléctrica y descansas…. Después de una ducha calentita que te deja como nueva tu marido se ofrece a darte  unas “friegas” caseras con una crio-gel que él usa para después del entrenamiento que te congela la zona. Te vuelves a poner la manta eléctrica. Pides cita con tu fisio al día siguiente y te planta la lamparita de calor…. 

Pero, ¿que debemos hacer? ¿Aplicar calor o frío? Si preguntas a la gente que te rodea, escucharás consejos de todo tipo, contradictorios en muchas ocasiones...


Tanto el calor como el frío son buenos aliados contra las lesiones, ambos recursos pueden ser muy útiles si sabemos cuándo aplicarlos. No obstante no debemos olvidar que si es una medida de primeros auxilios debe ir acompañada de una visita al médico o tu fisioterapeuta.




El frío ayuda a aliviar el dolor y a rebajar la inflamación en lesiones como esguinces, golpes, o dolor muscular tras un intenso esfuerzo. Lo ideal es aplicar el frío durante las primeras 72 horas, para provocar un efecto sedante y relajante. Si han pasado más de esas 72 horas nunca lo aplicaremos, pues dificulta la regeneración tisular.

Frío en …
  • -Golpes
  • -Esguinces, torceduras, luxaciones, fracturas.
  • -Pequeñas roturas de fibras por sobrecargas o contusiones.

Para aplicar frío la mejor opción casera es utilizar bolsas de guisantes congelados o bolsas de gel  previamente enfriados en el congelador, puesto que si aplicamos cubitos de hielo, no vamos a conseguir que el frío alcance todas las partes de una articulación. Ojo! Siempre, evitando el contacto directo con la piel, para evitar quemaduras, si!!! El frio quema y mucho!


La aplicación debe durar unos 5-10 minutos, máximo 15 (para evitar el “efecto rebote”). Cuando la temperatura de la piel baja en exceso, el cuerpo responde con una vasodilatación para que llegue más sangre a la zona y ésta no sufra quemadura por frío, y descansa durante dos horas. El frío hará que la circulación de la sangre sea más lenta en esa área y el dolor y la inflamación disminuyan. Si dejamos mucho tiempo el frio en la zona dolorida, el cuerpo volverá a enviar sangre a la zona para recuperar la temperatura y esto puede producir que se reavive la sensación de dolor.


Cuando no exista hinchazón en la zona es mejor optar por el calor. Por ejemplo en casos de dolor articular, dolor cervical, artrosis y contractura muscular. El calor produce un aumento del flujo sanguíneo , mejorando el aporte de nutrientes a los tejidos doloridos, haciendo disminuir la sensación de dolor, aumentando la elasticidad y plasticidad de los músculos afectados, mejora la contractibilidad del músculo y disminuye la rigidez articular. No es un tratamiento en sí, pero sí una gran ayuda.


La aplicación  de calor se debe hacer durante 20 minutos aprox. con un máximo de 30 minutos seguidos y con descansos de 2 horas. Las aplicaciones de calor pueden realizarse utilizando una manta eléctrica, bolsas de agua caliente, duchas calientes, etc.  

Nunca pongas calor encima de una zona sobre la que se hayas puesto cremas o sprays de efecto calor, ya que que la suma de los mismos puede provocarte quemaduras severas. Además, el calor excesivo puede provocarte una bajada de tensión e incluso mareos.

Calor en….
  • Contracturas musculares y lesiones por esfuerzo excesivo
  • Dolor cervical y lumbalgia
  • Dolores articulares (rigidez, tortícolis, malas posturas)
  • Artrosis
  • Dolores menstruales
  • Antes de entrenar (para aumentar la flexibilidad y evitar lesiones)

viernes, 14 de noviembre de 2014

FISIOTERAPIA DEL SUELO PÉLVICO

 El suelo pélvico es un gran desconocido para la mayoría de las mujeres y sin embargo de su estado depende en gran parte nuestro bien estar.

¿Qué es?

El suelo pélvico son un conjunto de músculos que cierran la parte inferior de la cavidad abdomino - pelviana.
Esta musculatura es fundamental para mantener la continencia, sostener las vísceras pélvicas (vejiga, útero y recto), y permitir la micción la defecación y el parto.

¿Por qué es importante trabajar mi suelo pélvico?

Las mujeres a lo largo de nuestras vidas nos encontramos con una serie de acontecimientos que nos provocarán desordenes a nivel de esta musculatura.
Los embarazos, los partos, la menopausia, el envejecimiento, ciertas intervenciones quirúrgicas, cambios de peso o la práctica de deportes de impacto, son algunas de las principales causas responsables del debilitamiento o de la disfunción del suelo pélvico.

El debilitamiento y/o la disfunción del suelo pélvico puede causar enfermedades tan comunes como la incontinencia urinaria, descenso de órganos o problemas sexuales.
Por fortuna,  todas estas disfunciones pueden prevenirse y/o tratarse mediante tratamientos específicos de Fisioterapia, ejercicios y el aprendizaje de hábitos saludables. 

Fisioterapia del suelo pélvico

Los tratamientos de fisioterapia pueden tanto prevenir como curar o mejorar las disfunciones de la musculatura pelvi-perineal.

En primer lugar, debes saber, que el mejor tratamiento es la prevención, y la fisioterapia es la mejor opción para prevenir la aparición de disfunciones pelvi-perineales, especialmente en aquellas etapas en las que que la mujer es más vulnerable a sufrir lesiones de la musculatura pélvica y de los sistemas de suspensión visceral como ocurre en el postparto y en la menopausia.

Una vez que ya han aparecido los primeros síntomas, como pueden ser : incontinencia, sensación de peso en la zona genital, disfunciones sexuales etc. la fisioterapia podrá ayudarte a restablecer de nuevo la funcionalidad de la zona abdomino pelviana.Los tratamientos de reeducación se encargan de normalizar el comportamiento miccional y de la vejiga, restablecer el automatismo esfinteriano, restaurar la competencia abdominal, reharmonizar la estática pelvi-perineal y recuperar el tono de la musculatura pélvica.

Patologías más frecuentes

- Incontinencia Urinaria.
- Prolapso de los órganos pélvicos.
- Incontinencia fecal y/o de gases.
- Estreñimiento.
- Disfunciones sexuales ( dolor en las relaciones, vaginismo, cicatrices dolorosas etc.)
- Dolores pelvicos crónicos.

- Preparación de la musculatura para el parto y recuperación en el postparto.

Más información en:

Tambien puedes consultarnos cualquier duda o problema, escribiéndonos un mail a info@corporefisioterapia.com, y nosotras te contestamos.